Los ingleses fueron los que hicieron los primeros pozos para explotarlo y así desarrollaron un pueblo de estilo victoriano muy pintoresco y moderno. Hasta se dice que el primer cine de Sudamérica se construyó aquí y que la reina Isabel II visitó Lobitos alguna vez. Luego fue ocupado por militares y el pueblo de vino abajo.
Si bien el pueblo es rústico y antiguo, aún conserva ese estilo tan pintoresco que tuvo en sus años de gloria. Hoy sigue siendo un polo petrolero visitado por surfistas de todo el mundo gracias a sus olas perfectas y contantes.
Hay varios lugares famosos para correr tabla: Lobitos, Piscinas, Baterías, el Hueco y otras que están un poco más lejos como Cabo Blanco y Panic Point. El clima es rico todo el año y hay olas casi siempre. Es que según la fuerza y la dirección del swell, las olas que funcionan van rotando. Por eso el mar aquí es tan generoso con los tablistas. Otra cosa que se disfruta y mucho es el sunset o puesta del sol. Fue de los mejores que pude ver en mi vida.
Creo que si no corres tabla, visitar Lobitos no tiene mucho sentido porque no hay muchas cosas para hacer.
Pero si vas a ir algunos días a disfrutar del mar, las olas y el sol, no te pierdas de hacer una caminata por el pueblo, recorrer la iglesia, el casino y las diferentes casas que aún permanecen hoy en pie y que te hacen sentir que estás en una mini Inglaterra.